El fracaso en los Negocios |
Hace unas semanas, un amigo
lejano montó un negocio de verduras; le hizo su promoción por redes sociales,
repartió volantes y puso a personas con megáfonos a caminar por los barrios
anunciándolo. Sin embargo, un mes después cerró. Le pregunté el motivo y dijo
que la última semana, las ventas habían sido muy bajas. Aunque, el cierre de
este negocio se debe claramente a la poca persistencia de mi amigo, hay otras
variables que se deben analizar, no solo de esta situación, sino de forma
general, sobre el porqué fracasan los negocios.
La falta de persistencia
Mi amigo pensó, cuando montó el
negocio, que el primer día ya se haría rico. Sin embargo, nunca ha sido así.
Empresas como Apple duraron más de diez años para lograr el posicionamiento que
tienen ahora. Otras empresas llevan más de cien años trabajando para vender
miles de millones de pesos. Un error grave es no persistir. Montar un negocio y
simplemente cerrarlo la tercera semana porque no se está vendiendo como se
esperaba es la idiotez más grande de todo emprendedor. Un negocio se posiciona como mínimo después de un año.
La Mala atención
En el estudio de mercado que
realicé hace un año para determinar la viabilidad de mi negocio, se concluyó
que el 70 por ciento de los clientes no regresan por la mala atención. Es
decir, el 70 por ciento del fracaso de un negocio es por la mala atención. Como
cliente, es realmente tedioso tener que discutir con un mal vendedor. Entonces,
el éxito radica principalmente en una buena sonrisa, en un trato cortés y en
hacer sentir al cliente como una persona especial. Grandes cadenas de supermercados
y de restaurantes capacitan a sus empleados en la buena atención. Y no es para
menos, un solo empleado puede hacer que un centenar de clientes no regrese.
No innovar
Hay muchos empresarios que
simplemente se dedican a vender de la forma tradicional sin realizar cambios o
modificaciones en su estrategia de ventas. Esto es frecuente en las tiendas y
en los almacenes, en los que nunca hay cambios. Son negocios tradicionales que
se mantienen así por bastante tiempo, pero cuando llega la competencia o llegan las
temporadas malas, terminan cerrando. La innovación es parte fundamental del
éxito y esta no requiere de
modificaciones, sino de saber aprovechar las oportunidades.
Si un negocio, después de los dos
años, vende bastante con el mismo modelo de negocios con el que inició sería
una estupidez cambiarlo, sin embargo, es aún más estupidez no aprovechar las
temporadas. Eso es innovar. Por ejemplo, hace unos meses, se llevó a cabo el
Master Sushi, un evento en el país en el que restaurantes japoneses vendían
sushi a la mitad de precio; se vincularon muchos restaurantes; las personas
hacían largas filas para entrar; esto es básicamente la innovación.
No se llevan las cuentas
No se necesita ser experto en
finanzas para llevar las cuentas de un negocio (lee Finanzas para emprendedores); solo saber cuánto se vende y
cuánto se compra en insumos de forma diaria, semanal y mensual. Si esto no se
realiza, simplemente no se tiene una dirección. Las finanzas son los ojos de
todo negocio. Al no tener las cuentas claras, no se puede determinar el gasto
de inversión futura.
El estancamiento es una de las
causas del declive de una empresa; si se analizan empresas como Movistar o
Claro o empresas de telecomunicaciones, podemos ver que estas están en constante
renovación, tanto de sus productos como de su marca y diseño empresarial. Esto no
es por simple casualidad; el cambio de colores o el cambio de la publicidad atrae
nuevos clientes. En una empresa pequeña, la situación es similar; si hay
cambios e inversión, se atraen nuevos clientes. Y esto solo se logra cuando hay
cuentas claras que determinen el gasto de una inversión futura.
La improvisación y la falta de preparación
Cuando no se conoce sobre un tema,
simplemente se divaga. Una persona poco preparada no puede estar al frente de
un proyecto empresarial. La preparación significa que el emprendedor debe
conocer a fondo su modelo de negocios y esto no necesariamente quiere decir que
sea un profesional en administración de empresas o algo similar. La preparación
significa que se debe conocer qué se vende, a quién se vende y cómo se vende. Es
decir, conocer el proceso de fabricación, los clientes que compran y la forma
cómo se llega a ese cliente. Una persona que desconozca esto simplemente irá al
declive; porque ofrecerá un producto sin saber cómo se prepara, y lo venderá
sin saber quién lo comprará.
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