Evitar el fracaso en una empresa |
No hay formula específica que evite el fracaso en una empresa. Sin embargo, esto se puede revertir antes de la catástrofe si se tienen en cuenta las alertas tempranas que se presentan de forma directa.
Jim Collins, en Empresas que caen, pone dos ejemplos muy claros
de la vida diaria que explica por qué fracasan las empresas. El primer ejemplo
que pone es de su niñez, cuando se encontraba frente a un precipicio y al ver
la altura, entra en pánico y pierde estabilidad. El otro ejemplo es la de un
soldado que tiene a su pelotón y estos están a punto de ser emboscados. Estos
dos casos nos sirven, a nosotros como emprendedores, para analizar los riesgos,
las alertas y el posible peligro del fracaso y así evitarlo.
El riesgo y las alertas de fracaso
En Empresas que Caen, Jim Collins
analizó el caso de Addressograph y la industria de las impresiones y de las
copias en los años ochenta y noventa. En esta época, esta industria era
dominada por Addressograph, sin embargo, Xerox sacó una nueva línea de impresoras
para oficina. Ante esta situación, Addressograph vio el peligro y entró en
desesperación, lo que hizo que empezaran a lanzar al mercado más de 26
productos diferentes, los cuales, después de dos años, no se vendían por ser
obsoletos, mientras que Xerox, con un bajo perfil, le fue quitando el puesto.
En este caso, vemos que la desesperación hizo que Addressograph invirtiera sus
recursos en productos que no se iban a vender y esto lo llevo al fracaso. La
alerta se dio, pero en vez de mantener la calma, se entró en pánico. Así como
la situación en la niñez de Jim Collins, se encontró en un precipicio y en vez
de mantener la calma, perdió la razón.
Lo mismo sucede con las empresas, los riesgos y las alertas se presentan,
y ante esto es necesario que se mantenga la calma para generar soluciones
eficaces y no caer en el precipicio.
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El otro ejemplo, el de los
soldados que están a punto de ser emboscados, es similar a las situaciones de
las empresas, las cuales se ven afectadas por la competencia. Normalmente, el
miedo hace que se empiece a disparar a todos lados, gastando los cartuchos sin
ni siquiera dar en el blanco. La tropa, en el ejemplo, analiza con calma su
situación y en vez de disparar sin un blanco, esperan que aparezca el enemigo
para defenderse.
La competencia es buena para el
crecimiento de las empresas. En vez de alertarse por la aparición de una
empresa similar en nuestro sector, es conveniente primero analizar lo que
nosotros ofrecemos mejor y potenciarlo, en vez de empezar a hacer planes sin
analizar su éxito. Cuando se presenta un
riesgo, el emprendedor no debe tomar acciones a la ligera, sino más bien
analizar el momento, hacer proyecciones y mantener la calma; luego buscar la
solución con cabeza fría.
Por lo tanto, el fracaso en una empresa
se evita si antes se han analizado las alertas. El fracaso no llega de la noche
a la mañana, sino se va presentando gradualmente y al no tomarse precauciones
debidas, el fracaso llega aun punto de
no retorno.
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