Diseñar una buena promoción evitará pérdidas económicas para
los emprendedores. No hay una mayor desilusión que diseñar una campaña
publicitaria con una promoción y que esta no sea atrayente y no se logre
recuperar la inversión. Muchos emprendedores en su camino diseñan un plan para
atraer clientes, dando descuentos y promociones, pero resulta que estos no
lograron atraer a los clientes pensados. Hace un tiempo, diseñé unos volantes
para mi empresa, en la que ofrecía descuentos por compras superiores a diez
productos, pero al final, perdí la inversión porque nadie llegó a mi negocio. Luego,
de esta experiencia, diseñé otros volantes con una campaña, pensada desde hacía
semanas atrás, en la que ofrecía descuentos para un tipo de público diferente.
Fue un total éxito; tanto así que no necesité durante tres meses volver a diseñar
otros volantes. Quiero explicar en esta entrada por qué fue el éxito y qué se
necesita para diseñar una buena promoción.
Primero piensa en qué necesita el cliente
Antes de ofrecer una promoción o un descuento piensa en qué
necesita el cliente y cómo se debe llegar a él, es decir, piensa en la campaña
publicitaria, en el mensaje y en la imagen antes que pensar en la promoción. Esto
te ayudará a definir qué tipo de promoción dar y qué tipo de descuento ofrecer.
En algunas tiendas de ropa, las promociones y los descuentos se dan debido a la
ropa vieja y a los estilos que no se vendieron en los meses anteriores. Es una
estrategia para salir de los productos estancados. Sin embargo, esto solo
funciona en aquellas empresas que necesiten estar removiendo de sus bodegas los
productos viejos. Pero en otras empresas no. La promoción debe incentivar a que
el cliente llegue a la empresa, compre el producto en promoción y compre otro
producto que no lo esté. La promoción es una estrategia para atraer clientes no
solo para que compren el producto con descuento sino otros. Por lo tanto, se
necesita pensar con anterioridad lo que se va a ofrecer y el mensaje que se va
a trasmitir.
- Ver también Guía básica de posicionamiento de un negocio
Así mismo, lo anterior se complementa con el tipo de público
que necesitamos. Es un error frecuente pensar que nuestra empresa y nuestro
producto sirve para todos. Eso es falso. Las empresas tienen un público definido
que no es el mismo público que sus competidores. cada empresa y cada producto
es único y sirve solo a un tipo de cliente. Es por ello, que al diseñar una
promoción se piensa a quién va dirigida.
La promoción debe generar ganancia y atraer clientes
Una promoción no solo es para salir de los productos viejos
sino para vender más y atraer más. Por ejemplo, muchos restaurantes de mi
ciudad ofrecen menús económicos, para empleados. Estos menús no tienen todos
los productos de un almuerzo corriente, pero son perfectos para personas que
comen poco: un almuerzo sin sopa, o un almuerzo sin ensalada, son alguna de las
opciones. El restaurante gana porque está vendiendo y el cliente gana porque
consume un producto que necesita. Lo mismo sucede con todos los demás
productos, es por eso, que se requiere, primero, pensar en lo que necesita el
cliente y a qué tipo de cliente va dirigida la promoción. Un almuerzo económico
definitivamente no va dirigido a personas con enorme apetito, porque esa
persona va a querer consumir un almuerzo completo. El almuerzo económico se puede
ofrecer como una promoción exclusiva para un público determinado, lo que hará
después que ese público regrese seguido al restaurante.
El descuento
Un descuento se ofrece a los clientes recurrentes por pago
anticipado o para atraer la atención de público definido. Los clientes siempre
van a buscar ganar y los descuentos actúan en el cerebro como un mecanismo que
fomenta una acción, entrar o comprar. El descuento da la sensación de ganancia;
y todos estamos diseñados para ser ganadores. Cuando se desee ofrecer un
descuento se debe pensar en la imagen y el diseño que genere la sensación de
ganancia para el cliente. En la gran mayoría de tiendas de ropa, se atrae con
la palabra promoción o descuento y por lo general, solo hay promoción en una
prenda o en solo estilo. Pero el objetivo, aunque no muy ético, se cumple:
atraer a más clientes.
Entonces, una promoción no solo es para salir de productos
viejos, sino para atraer más clientes. Se debe ofrecer una promoción para un
tipo de público diferenciado, para que no se pierda la inversión. Esto va
asociado a los objetivos de la campaña publicitaria.
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